Lo que más nos cuesta cuando empezamos a escribir una historia, es precisamente el principio. Hoy vamos a practicar distintas maneras de comenzar un relato. La actividad consiste en empezar un relato con estas variantes:
Iniciarlo con una acción.
Iniciarlo con una descripción.
Iniciarlo con un diálogo.
Iniciarlo con una reflexión.
Iniciarlo con un correo electrónico.
Tened en cuenta que debe ser el principio de una misma historia, para ello tenéis que pensar antes en el argumento.
Una vez realizada la actividad, reflexionaremos sobre que variante resulta más atractiva para empezar vuestro relato.
ACCIÓN:
María ha ido al instituto para llevar unos documentos pues este año va empezar a estudiar en él, pero no sabe donde está secretaría. Irá de un sitio a otro buscando este lugar.
DESCRIPCIÓN:
Cuando María entró en el instituto todo lo que miraba le resultaba extraño, el edificio era más antiguo que su colegio anterior, las ventanas eran altas y la pintura del pasillo resultaba patética, no había fotografías de excursiones ni de viajes de cursos; solo cuadros con personajes tristes y de colores apagados Ni una sola maceta había en el pasillo, ni papelera, ninguna señalización donde se encontraba cada lugar...
DIÁLOGO:
-. ¡ Por favor ! ¿Podrías decirme donde se encuentra secretaría ? dijo María a una chica que se cruzó en el pasillo.
-. Si por supuesto, yo te llevo.
-. Mi nombre es María vengo a estudiar aquí.
-. Yo me llamo Ana también soy nueva pero ayer estuve por aquí a entregar unos documentos.
-. Aquí es. Espero verte pronto.
-. ¡Gracias!.
-. Ya te veré.
REFLEXIÓN:
-Espero encontrar secretaría o tendré que preguntar a alguien y eso que no conozco a nadie y me da mucha vergüenza, pero claro, tendré que espavilarme o no entregaré estos documentos, para poder inscribirme en este instituto.
-Ahí viene alguien, espero que sea simpática.
CORREO ELECTRÓNICO:
¡ Hola ! soy María una nueva alumna de este instituto, ¿ Podrían decirme donde se encuentra secretaría para llevar unos documentos ? GRACIAS.
