jueves, 20 de mayo de 2010

Por un catalejo....

Espiamos...


Espiar y contar los que vemos a través de una de las siguientes aberturas. Ya sabéis: las paredes oyen, las paredes ven...


Por el ojo de la cerradura...

Por la rendija de la puerta...

Por la rendija del horno...

Por la ventanilla del cuarto de baño...

Por el hueco del ascensor...

Por un catalejo...


¡Qué cotillas!


Estaba en la playa con mi familia aprovechando un buen día de verano. Mis hermanos se llevaron la zodiac; pues ellos hacen pesca submarina, a parte de
pescar
con chambeles. Estábamos reposando la comida cuando cogí un catalejo y empecé a observar: había muchas gentes de bajo de las sombrillas y otros tomando el sol, los niños chapoteaban en el agua, algunos jóvenes jugaban a la pelota ; habían mayores que paseaban por la playa y otros cogían coquinas en la orilla; había algunas personas nadando y otros en pequeñas barquitas de plásticos.
Seguí mirando la inmensidad del mar: veía buenos yates y gentes haciendo esquí náutico. Pero algo a lo lejos me llamó la atención; veía humo y no vi ningún barco grande que tuviera chimenea; se lo comenté a uno de mis hermanos y le dí el catalejo para que mirara.
Mi hermano se levantó de prisa y gritó ¡ hay fuego en un barco de vela ! todos se levantaron y miraron. ¡ era cierto !; cogieron la zodiac y la echaron al agua y tomaron rumbo en dirección al barco. Mientras otro llamaba a la guardia costera desde el móvil dándole la situación donde nos encontrábamos.
Muchas gentes desde la orilla se dieron cuenta y empezaron a mirar a lo lejos.
Todo el mundo se percató de lo que estaba pasando y esperaban que con la zodiac llegaran a rescatar a los tripulantes del barco.
Cuando llegaron mis hermanos cogieron a la tripulación y como pudieron lo metieron en la zodiac y otros se cogieron al borde de esta.
A lo lejos se vio la patrullera que se acercaba a donde estaban ellos y se vio como metían a los tripulantes en el barco.
Mis hermanos llegaron a la orilla y las gentes le aplaudían por su gran hazaña, ellos contaron que se había prendido fuego el motor del barco y por eso se estaba quemando al mismo tiempo que se hundía.
Ellos también sintieron miedo pues la zodiac no era muy grande y no sabían si la guardia costera u otro barco más grande llegaría en su ayuda.
Lo importante fue que no hubo ninguna desgracia personal aunque el barco se quemara y se hundiera.
Siempre que voy a la playa y miro a lo lejos me acuerdo de ese día y me alegro de haber mirado por ese catalejo pues gracias a él nada malo pasó.

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